08: The Foreshadowing - Days Of Nothing (Candlelight Records, 2007)

01 - Cold Waste (6:24)

02 - The Wandering (4:41)

03 - Death Is Our Freedom (5:20)

04 - Departure (4:08)

05 - Eschaton (6:44)

06 - Last Minute Train (4:07)

07 - Ladykiller (4:25)

08 - The Fall (6:16)

09 - Days Of Nothing (6:32)

10 - Into The Lips Of The Earth (3:31)

Antes de nada quiero empezar disculpándome por el tiempo transcurrido desde el último post, he estado de viaje y he preferido desconectar un poco pero como mala hierba nunca muere, volvemos a la carga. Llevaba un tiempo queriendo subir algo de doom metal y lo cierto es que muchos grupos de dicho género se agolpaban en mi cabeza: Saturnus, Swallow The Sun, Officium Triste, Draconian, My Dying Bride, Via Mistica... y finalmente se han llevado el gato al agua estos romanos que se formaron en 2005. El motivo que me ha hecho decantarme por ellos y su disco debut es simple: aparte del cariño que le tengo a este disco, The Foreshadowing demuestran en él que se puede idolatrar a sus máximas influencias pero sin copiarlas, con personalidad. Tienen otro disco, Oionos, editado el año pasado pero aunque igualmente es muy bueno tenía que reseñar este disco y hace apenas unos meses han incorporado al grupo al gaitero Francesco Giulianelli para enriquecer más aún su sonido, pero tendremos que esperar a su próxima edición para ver como se adapta este nuevo elemento al muy definido sonido de los italianos.

Formación del 2007:

Marco Benevento (Kamlath, ex-How Like A Winter) - Voz

Alessandro Pace (ex-Klimt 1918) - Guitarras


Andrea Chiodetti - Guitarras

Davide Pesola (Klimt 1918) - Bajo


Johan Padella - Batería

Francesco Sosto (Klimt 1918) - Teclados

Hace tiempo leí en una reseña de este disco que decían que era como un buen repaso a toda la trayectoria de Paradise Lost en 50 minutos y estoy de acuerdo en parte. Es cierto que se aprecia la influencia de los británicos (y otros más) en su música pero The Foreshadowing no se quedan sólo ahí. Miman su sonido al límite para ofrecernos unas canciones llenas de melodía y cambios bien planteados y situados para no marearnos mucho, y por encima de todo lo que sienta la diferencia: la voz de Marco Benevento que, acostumbrados a formaciones de su estilo que usan voces limpias y guturales, aquí sólo tenemos el emotivo y quejumbroso registro de Benevento. El comienzo no puede ser mejor que con Cold Waste, un corte in crescendo que nos adentra en el mundo de emociones del grupo del que destaco sus dos últimos minutos, donde vueltan toda su melancolía en un pasaje repleto de una sobrecogedora belleza, The Wandering es un corte algo más movido y vitalista, pero sin abandonar nunca ese poso melancólico e introspectivo que todo grupo de doom metal debe tener y que evidencian en su comienzo y que vuelve a aparecer en el tramo final. Death Is Our Freedom tiene un inicio casi tribal, con la batería de protagonista, para luego dar lugar a uno de los cortes más melodiosos de todo el disco, con ese estribillo largo pero pegadizo mientras que Departure es una sentida balada (aunque con buenos guitarrazos en algunas estrofas) que desemboca en un estribillo que me ha recordado mucho a los de grupos como The Cure o The Sisters Of Mercy, pero llevado a su terreno, claro. En Eschaton nos encontramos con el corte más largo del disco y una de sus piedras angulares, con esos majestuosos teclados (especialmente en los tramos instrumentales) y esos coros casi monásticos del estribillo. De hecho este fue el tema escogido por su discográfica para dar a conocer el disco, una gran elección a mi parecer aunque Last Minute Train (como cualquier otro tema del disco) podría haber sido single, es una balada muy atmosférica que sólo se anima un poco en el estribillo, donde las guitarras adquieren más cuerpo y el ritmo se acelera un poco, tiene un interludio muy interesante formado por una voz sampleada y guitarras acústicas y eléctricas acompañando a los teclados. Con Ladykiller llegamos al corte más rockero del disco por así decirlo, donde se acercan al sonido de grupos como Entwine o HIM pero manteniendo la solemnidad que les caracteriza y si no fijaros en esas campanas que aparecen a lo largo del tema y en The Fall tenemos toda una montaña rusa de tema, donde incluso tenemos las partes más contundentes de todo el disco cohabitando con otras casi ambientales, lo mismo es aplicable a los cambios de ritmo y tempo que surcan sus seis minutos. Y para el title track Days Of Nothing persiste la contundencia de ritmos, aunque esta vez la estructura es más simple pues esa mencionada contundencia no se va en ningún momento ni siquiera en el interludio, donde regresan los toques tribales a la batería, añadiéndole otra dimensión a la parsimoniosa voz de Benevento y como colofón la minimalista Into The Lips Of The Earth, sólo con los teclados acompañando a la voz en una deliciosa despedida del disco.

Cold in my land
Whate'er the time I've been
Running too fast or walking too slow
For a long time.

Tomorrow I will hate
and celebrate my greed
Wandering the Waste
And tasting my heart
Smells like sour and filth.

Tears don't belong to me
And no one else,
I'm running to my hell
'Cause none of us can make a stand.

Running to my hell...

Cold rain, rush me into my hell,
All alone when light's off.
We are born to procreate
And subjugate.

Tears don't belong to me
And no one else,
I'm running to my hell
'Cause none of us can make a stand.

Running to my hell...

Cold waste of a bloody
Taste we're alone
And ready to fall.
Frontiers without volunteers.
Who asked for a penny of love?
Skyscrapers with a hellish view from above.
We're ready to fall.
Cold soul, if you're feeling old you can call
When you can't go on...

It's time again
to take my last minute train,
and I let my hair down.
In spite of my prayers
I have found something bad
and my plans now belong
to the edge of this place.
And a weekend I've paid,
my extreme sacrifice
for a piece of worth.

I'm spending here
I'm spending here my time
I stand
and I hope to fight

Hold my hand
Hold it if I'm lost
Hold my hand

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