02 - Ash And Dust (6:25)
03 - Hegira (6:33)
04 - Wormwood (6:23)
05 - At Every Door (4:24)
06 - The Cure (8:20)
07 - Evenfall (4:53)
08 - To End All Ages (10:33)
Finlandia siempre es un valor seguro, su carácter, más cerrado con respecto al resto de escandinavos (Finlandia vendría a ser la Euskadi del norte de Europa por aquello de que sus raíces no están en los vikingos al igual que los primeros pobladores de las tierras vascas no fueron celtíberos) hace que esa idiosincracia tan suya se refleje especialmente en su música. Y precisamente del país con la tasa de suicidios más alta del mundo proceden estos Hanging Garden, grupo que se gestó en 2004 en Helsinki. Aunque siempre ha mostrado unas directrices el sonido del grupo ha ido mutando disco a disco como consecuencia de los numerosos cambios de formación, mientras su primer disco Inherit The Eden de 2007 es una obra de doom-death arquetípico y monolítico para The End Of The World As We Know It, editado en 2009, dieron un giro copernicano en su sonido adentrándose en los procelosos mares del post-metal de Cult Of Luna o Burst pero sin desprenderse totalmente de sus raíces doomies. Tras una profunda reestructuración después de que dos terceras partes del grupo abandonasen la formación regresan este 2013, con su tercer disco At Every Door en el que aglutinan a partes iguales el doom de su primer disco con el post-metal del segundo dando lugar a una mezcla interesante y llena de detalles. Durante 2014 piensan editar su cuarto disco del que poco más se sabe aunque el mes editaron el ep I Was A Soldier a modo de adelanto.
Toni Toivonen - Voces
Mikko Kolari (ShamRain) - Guitarras
Jussi Hämäläinen (The Chant) - Guitarras
Jussi Kirves - Bajo
Antti Ruokola - Batería
Nino Hynninen - Teclados
Este disco para mí ha supuesto una verdadera sorpresa ya que aunque Hanging Garden me gustan su primer disco es un disco muy bueno pero vendría a ejemplificar esa expresión británica que dice "a face in the crowd" y que podría traducirse como que es un disco más, sin nada que le haga destacar ni ningún punto reconocible que les distinga del resto de formaciones de doom metal; y en su segundo disco ya daban muestras que apuntaban a un sonido más personal pero el estilo vocal que usaron en aquel disco, más cercano al hardcore que al doom o al post, acabó suponiendo un lastre pero en cambio con los primeros compases de Ten Thousand Cranes, encargada de abrir este disco, se me cayó la mandíbula al suelo. Han recuperado las voces guturales del primer disco pero la gran novedad del disco pertenece también al aspecto vocal ya que ahora usan también unas plácidas voces limpias (aparte de algunos recitados y voces filtradas de aspecto robótico) y en cuanto a la música decir que se nota que el compositor principal de The Chant (desde aquí recomiendo encarecidamente su último disco, A Healing Place) ahora forma parte del grupo porque ahora le dan mucha importancia a la melancolía y la atmósfera. Ash And Dust tiene unos teclados de corte analógico que contrastan muy bien con los pasajes más guturales, curiosamente cuando aparecen las voces limpias los teclados pasan a un sonido más frágil y etéreo que les da un punto gélido y en esta canción queda patente que Sigur Ros son otra de las influencias que ahora tienen. Con Hegira y Wormwood llega el tramo más experimental del disco por así decirlo, la primera hace uso de un comienzo tenue y quebradizo y un apagado pasaje recitado (recurso que volveremos a encontrar a mitad de tema) para dar paso a una canción que juega mucho con los tempos y con la intensidad; mientras en la segunda las protagonistas son unas percusiones electrónicas que sirven de base para el resto de instrumentos y la voz comienza con un filtro que le da un aire mecanizado y metálico a la voz, dicho pasaje filtrado contrasta mucho con la pureza de las voces limpias y de las guturales, que en este corte aparecen de forma casi testimonial. At Every Door es una instrumental (a pesar de un brevísimo y espectral fragmento cantado) que me recuerda mucho a las instrumentales de formaciones de post-metal como Cult Of Luna, Vildhjarta o Pelican (aunque éstos últimos tienen truco, pues todos sus temas son instrumentales). The Cure es un título muy curioso ya que si antes estaba la canción Hanging Garden de los eternos The Cure ahora tenemos la canción The Cure a cargo del grupo Hanging Garden, parece casi un trabalenguas eh? Apreciaciones advocativas aparte, es uno de los cortes más pegadizos de todo el corte dejando claro que no está reñido el apostar por un sonido poco convencional con la factura de estribillos redondos aunque tengo que aclarar que aunque sean poco convencionales tienen ahora un sonido muy fácil de seguir y muy agradecido, lleno de detalles, giros y cambios pero sin perder nunca la coherencia y eso es algo muy complicado de conseguir. Los teclados analógicos regresan con Evenfall y nuevamente como apoyo para el registro gutural, el gran protagonista durante la primera mitad del tema hasta que pasado el ecuador toman el relevo las voces limpias y To End All Ages nos anuncia que hemos llegado al final. Al ser el corte más largo se explayan más aquí que en todo el disco, fluctuando de pasajes más reposados a otros más caústicos y expansivos. Tanto este disco como el ep de adelanto del próximo disco son dos espectaculares joyas muy a tener en cuenta para aquellos que quieran escuchar algo que prefiera los caminos menos transitados pero sin convertirse tampoco en un desecho vanguardista sin orden ni concierto.
Some forebode it was the heaven's wake
Yet in the end it was us
All along
In the nest of ten thousand cranes
At long last we smothered the flame
Though not in the advent of the long aspired calm
Some proclaimed it was the seventh gate
Some forebode it was the heaven's wake
Yet in the end it was us
All along
The trees still stand so tall
Reddened corpses that breathe no more
A songless headstone for the fallen
For the proud
Burn
I command you, burn
And bring back what was taken
It was taken twice
Behold the brand
The mark of plague
Our savior of molten flesh
Paint the clouds with darkness
My song it echoes
A wordless plea of pain
After a moment of eternity
It slowly falters and fades away
Burn
I command you, burn
And bring back what was taken
It was taken twice
For no one survived
Overwhelmed
By the desolation
You fall
We lived the eve of mankind
And heeded not the passing's sign
So brothers mine, a lullaby
To end all ages we laid down our lives
The thousand vibrant tongues
Silent all at once
And the myriad lifeless eyes
Six billion dead gazes
Into the deaf, boundless, darkening sky
The sun plummets
An ominous crimson
A void of ash and dust
As far as the eye can see
Nothingness is all
Nothingness is all
Solemn endless awe
An obsolete crown
A desolate throne
A kingdom ours come
We speak through the ages now
Passionate and dark our voices strong
The shadow of our headstone grows long
Against the sunset, redder never before
This is the requiem
For the radiant daybreak
The horizon painted fission red
The sun plummets in the emptiness
An ominous crimson in this wake of the might of men
A void of ash and dust reaches as far as the eye can see
Nothingness is all that would meet the eye
Were there any to bear witness to it
Yet there are none
There are none
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