02 - Eternal Kingdom (6:41)
03 - Ghost Trail (11:50)
04 - The Lure (2:33)
05 - Mire Deep (5:10)
06 - The Great Migration (6:32)
07 - Österbotten (2:19)
08 - Curse (6:30)
09 - Ugin (2:44)
10 - Following Betulas (8:56)
Ah, el post-metal, ese cajón de sastre en el que confluyen más que en casi ningún otro género las más diversas influencias aunque tiene un par de directrices que lo definen claramente, como son la conjunción de voces caústicas y guitarras distorsionadas de géneros como el hardcore o el doom metal con las atmosféras introspectivas y la instrumentación minimalista del post rock de formaciones como Mogwai, proporcionando un marcado contraste entre sus dos vertientes; las canciones se solazan en tempos medios y lentos mientras que las guitarras huyen del virtuosismo, los solos y los riffs de otros géneros del metal para centrarse en acordes y progresiones. Pues bien, uno de los grupos que representan un paradigma del post-metal son los suecos Cult Of Luna, formados en 1999 en la norteña ciudad de Umea de las cenizas de un grupo de hardcore llamado Eclipse (pasado que se evidencia especialmente en el aspecto vocal). Si bien en sus dos primeros discos Cult Of Luna de 2001 y The Beyond de 2003 no dejaron de ser un secreto a voces dentro de la música underground es a partir de la edición de Salvation (claro ejemplo de tercer disco que encumbra y define el sonido de un grupo) en 2004 cuando el grupo comienza a transcendir etiquetas al expandir de forma exponencial su sonido y aparecer incluso en medios más enfocados al indie y al pop y no ya sólo en publicaciones metaleras como les había pasado anteriormente. Los siguientes discos Somewhere Along The Highway de 2006, Eternal Kingdom de 2008 y Vertikal, editado hace apenas unos días básicamente amplian aún más si cabe el número de seguidores del grupo.
Klas Rydberg - Voces
Johannes Persson (Khoma) - Guitarras y voces
Fredrik Kihlberg (Khoma) - Guitarras y voces
Erik Olofsson - Guitarras
Andreas Johansson - Bajo
Thomas Hedlund (Khoma) - Batería
Magnus Lindberg - Batería
Anders Teglund - Teclados
Hoy voy a comenzar la reseña con una puntualización no musical y es que este es el disco más polémico del grupo (o colectivo, como prefieren ser llamados) sueco ya que durante las entrevistas promocionales decían que el disco giraba en torno al concepto de un libro que encontraron en su local de ensayo, el cual era un psiquiátrico abandonado. Dicho libro fue escrito por un interno que había matado a su mujer y en él se dedicaba a plasmar sus alucinaciones pero en 2012 hicieron público que en realidad el concepto en torno al cual giraba el disco era un bosque que cobraba vida pero que habían decidido inventarse la otra historia como demostración de la poca integridad de muchos periodistas musicales. Y desde luego es innegable decir que lo consiguieron...
Entrando ya en materia musical Owlwood supone un comienzo inmejorable al mostrar desde el primer momento el sonido del grupo: un sonido basado en profundos graves, la alternancia entre pasajes más reposados y otros más crujientes, un especial mimo en los patrones rítmicos (algo lógico al contar con dos baterías en sus filas) y en los apuntes de sintetizador y el abrasivo registro vocal de Klas Rydberg usado como si fuera un instrumento más. Con Eternal Kingdom es más monolítica y precisamente por eso destacan más por un lado los sintetizadores al contraponerse con lo pétreo de las guitarras, la voz y la base rítmica y por otro lado la variedad de ritmos es digna de mención aunque la intensidad no decaiga nunca. Ghost Trail supone un ligero bajón ya que para tratarse del tema más largo del disco es también el que más abusa de la monotonía pero una vez transcurrido el primer tramo cantado remonta espectacularmente y debido a su estructura, pasando por un electrónico y minimalista pasaje central y por el machacón final añadiendo cada vez más potencia gana muchos enteros. The Lure es la primera de las tres instrumentales del grupo y sorprende por el uso de una trompeta y una trompa de pistones (o french horn, como dicen los ingleses) a cargo de un amigo del colectivo, de aquí damos paso a Mire Deep, dominada por sintetizadores analógicos de diversa índole aunque estos no llegan a ahogar la composición y le dejan espacio al resto de instrumentos. Cuanto más escucho el disco más me da la impresión de que no sólo te cuentan una historia a través de las letras sino que la propia música nos hace partícipes del despertar de dicho bosque. The Great Migration parece una continuación directa de su predecesor pero esta vez con la densidad de las guitarras en primer plano. Österbotten no sólo es una provincia de Finlandia en la que el idioma más extendido es el sueco sino que es la segunda instrumental del disco, aquí es la percusión la verdadera protagonista secundada por unos inteligentes teclados ambientales. Curse comienza siendo una delicia a base de teclados vintage y acordes reverberados pero en cuanto coge forma cambia radicalmente mostrando una espectral crudeza sin perder sensibilidad ni ese buen hacer que tanto les caracteriza. La última instrumental, en este caso a base de unos solitarios acordes, se titula Ugin, pero no os confundáis con uno de los cuervos que acompañaban al dios Odín porque ese es Hugin, el título de la instrumental hace referencia al rey de ese bosque animado, una especie de buho antropomorfo. El último corte, Following Betulas, me parece ponerle un broche de oro a tan interesante obra, ya que aparte de sus cualidades musicales cuenta con un cameo de excepción, ya que David Sandström, miembro de Refused, uno de los grupos suecos más influyentes de todos los tiempos aporta su voz y los instrumentos de viento-metal que aparecían en la primera instrumental regresan para dar forma a uno de los finales de canción más épicos y conmovedores que recuerdo, ya que con ayuda de las baterías ejecutan una especie de marcha militar que le viene que ni pintado al título, como si los abedules formasen parte de un solemne desfile. Y después de haberlos visto en directo hace apenas dos días mi admiración hacia esta gente va en aumento.
To serve shadow master centre bound.
Mighty eagles sore one last time.
Over minions that found their demise.
Storm filled skies, fell death come crawling.
Land of ice, black chief comes marching.
The vibration of mammoths striding.
Ground is cracking, trees are trembling.
The sight of fearless creatures devastates.
Empowered to the teeth.
Storm filled skies, fell death come crawling.
Land of ice, black chief comes marching.
Almighty emperor.
Guide me through mire deep.
Almighty emperor.
Show me their true belief.
He, ursmens overlord.
Alone, inland hysteria.
I am a stranger in this land.
Here I kneel before you.
Oh, solemn glory.
Standing together on the hill.
Nothing is spoken,
but understood.
Below, a procession of wooden men.
Swinging their tree trunks in the wind.
The white birches are alive,
They are marching.
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