01 - Zenith (2:36)
02 - Cyclogenese (4:12)
03 - Teletemps (6:23)
04 - Cyrius B (4:34)
05 - Soupir (5:03)
06 - Allegra Aeternae (6:04)
07 - Marche Nocturne (4:38)
08 - Les Canons Du Ciel (2:59)
09 - Demain, C'Etait Hier (2:22)
10 - Lunistice (5:00)
11 - Des Restes Vivaces (3:06)
12 - Thaimiz Dih Enemy (3:11)
Les Fragments De La Nuit es un grupo neoclásico procedente de la evocadora ciudad francesa de Versailles y empezaron su andadura en 2005 cuando dos compositores de bandas sonoras: Michel Villar y Ombeline Chardes decidieron iniciar un proyecto conjunto al que pronto se unieron varios miembros hasta completar la formación actual (tres violinistas, un pianista y un chelista con la esporádica ayuda de un trompista y dos sopranos haciendo coros (hay que tener en cuenta que estamos ante un grupo eminentemente instrumental)). Hasta ahora son tres los discos que han editado: Musique Du Crepuscule en 2008, Demain, C'Etait Hier en 2010 y Musique Du Nuit en 2012.
Ombeline Chardes - Violín
Cendrine Mazzucco - Violín
Aurore Moutomé Miath - Violín
Ian Elfinn Rosiu - Chelo
Michel Villar - Piano
En los últimos años la música neoclásica está viviendo un periodo de bonanza, sobre todo a nivel creativo, que se ve traducido en la ingente aparición de formaciones nuevas con mucho que aportar y que los grupos digamos de siempre dentro del género siguen demostrando que quien tuvo retuvo (el ejemplo más claro lo tendríamos en Dead Can Dance) y los franceses Les Fragments De La Nuit llevan demostrando en sus tres discos que aún queda cuerda para rato en un género que ha sido denostado por la creencia de que cualquier tiempo pasado fue mejor (y en este caso hay que rebobinar varios siglos para dar con ese tiempo pasado). Aunque hay que reconocer que la música de este quinteto tiene un fuerte componente cinemático que impregna todo lo que hacen y consigue derrotar al principal enemigo de la música instrumental: el aburrimiento por parte del oyente, ya que es innegable que una melodía vocal es mucho más atrayente que una instrumental. Si hay una palabra que defina lo que hace este ensemble diría que esa palabra es eternidad, ya que escucharles evoca la inmensidad del universo, la sensación de vivir en un mundo en el que no importan ni el mundo ni el espacio y nos guian con ello a través de pasajes que cambian y mutan constantemente: de tramos melancólicos y casi oníricos a pasajes aterradores y tensos pasando por momentos de una absoluta y oscura serenidad. En esta ocasión no voy a desgranar el disco tema por tema porque todos siguen una línea muy similar (lo cual puede ser o una maravilla o una condena, y en este caso es lo primero) y porque para poder paladear mejor este disco hay que escucharlo de un tirón y sumergirse en él.
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